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Arquitectos: Casalvolone Arquitectura
- Área: 150 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Andrés García
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Proveedores: Mosaicos San Antonio, Plycem
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Enmarcada por la exuberante naturaleza de Costa Rica, esta espectacular residencia familiar ofrece una fusión perfecta entre la arquitectura moderna y las técnicas y materiales de construcción tradicionales. La casa, cuya fachada negra y elegante se integra de manera armoniosa con el entorno natural, se destaca como un refugio fresco y sombreado para sus habitantes.
En el proyecto se sembraron más de 300 árboles para contribuir con la naturaleza, lo que permite que la propiedad se pierda en medio de la vegetación y se convierta en un verdadero santuario.
Los pisos, elaborados con "Mosaicos" y "Terrazos", aportan un toque artístico y reflejan la rica herencia cultural y las tradiciones de la región. En el interior, la calidez y la acogedora decoración de madera proveniente de los bosques de la Península de Osa, material valorado por su fuerza y durabilidad, crean una atmósfera hogareña y relajante.
Las amplias ventanas panorámicas permiten disfrutar de las vistas al entorno natural y ofrecen un refugio tranquilo para alejarse del bullicio de la vida cotidiana. Además, la utilización de concreto expuesto, una firma del arquitecto en la mayoría de sus obras, confiere un toque moderno y diferente, y en este caso, logra un balance perfecto con la madera de la casa.
Los muebles de la cocina, los baños, las puertas y los closets, elaborados por manos de ebanistas de la zona, son un homenaje a la artesanía local y a su talento. La propiedad también cuenta con una próspera granja, que incluye huertos de vegetales, árboles frutales y animales de granja, lo que contribuye a la sensación de armonía con el mundo natural.
En resumen, esta impresionante propiedad es un testimonio de la pasión y dedicación de sus creadores, así como de su amor por la naturaleza, convirtiéndose en una joya en medio de la selva costarricense.